viernes, 30 de mayo de 2014

Frente Amplio Ciudadano o Coalición de Partitocracias

Por Javier Caso Iglesias | Analista Político

Muchas fuerzas políticas están debatiendo cómo poner una alternativa en marcha, la última Izquierda Abierta (http://goo.gl/mZ5LHi); pero lo que hace falta, a mi entender, es una alternativa que no sea un nuevo chiringuito o coalición de chiringuitos. Creo que ahí es dónde se equivoca "la izquierda" en su conjunto.

No se trata de crear una nueva sigla, ni de darle potencia a esa nueva sigla o coalición de siglas. Pienso que lo que ha manifestado la ciudadanía en estas elecciones es que desea abrir procesos de empoderamiento de ella misma, indistintamente de la sigla que se use para ello. No se si a esta altura de la película alguno se acuerda de aquella frase que Marx y Engels quedaron escrita en ese popular Manifiesto que redactaron y que decía que "la emancipación de la clase trabajadora debe ser obra de la clase trabajadora misma". O si alguien recuerda esa estrofa de aquella popular e internacional canción, escrita en 1871 por Eugène Pottier, que decía "ni en dioses, reyes ni tribunos, está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor".

Desde hace un tiempo vengo planteando esto. Sobre esta cuestión es sobre la que hemos de debatir todas las organizaciones políticas y ciudadanas alternativas a este sistema. Sobre qué deseamos ser, si una nueva sigla, un nuevo chiringuito que reclame el "quítate tu para ponerme yo" o si de verdad nos quitamos nosotros para que se ponga la ciudadanía.

La ciudadanía desea un Frente Amplio, pero un Frente Amplio que sea ciudadano y popular, no una coalición de partitocracias en la que cada opción política desee meter a los suyos. Esto sería un nuevo error. No hay que empoderar a las siglas o coaliciones, sino a los ciudadanos. Esto es lo que he estado tratando de expresar de una forma constante. Por mi parte siempre he entendido que el objetivo era el de empoderar a la ciudadanía, no crear o reforzar unos chiringuitos políticos para sustituir a otros.

En estas pasadas elecciones quienes han entendido esto han triunfado, el resto han quedado en la marginalidad; pues de lo que se trata de ser una herramienta al servicio del empoderamiento de la ciudadanía, esto es lo que debe quedar claro, no conformar un nuevo lobby político.

El Frente Amplio no podrá ser una coalición de partidos clásica, esto ha fracasado. Tanto la Izquierda Plural como Primavera Europea no han cosechado los resultados que esperaban. Otras candidaturas conformadas en este sentido aún menos.

El Frente Amplio ha de ser ciudadano y popular. Muy participado por la ciudadanía, tanto en lo relativo a la elaboración de sus propuestas como en la elección de sus candidatos. Y hacer esto de verdad. A través de procesos de primarias ciudadanas u otros mecanismos que permitan esta participación al máximo nivel. Ya no vale el elaborar listas a espaldas de la ciudadanía. Ya no vale lo de todo para el pueblo pero sin el pueblo.

Las ideologías han hecho mucho dado al pueblo, aún hay una parte del mismo que cree en cantos de sirena ideológicos, por eso aún se vota a ese PSOE socioliberal que modificó el artículo 135 de la Constitución para poner por delante el interés de los mercados financieros al de los ciudadanos, el mismo PSOE que aprobó 8 contrareformas laborales precarizadoras del mercado laboral, el mismo PSOE que nos aumentó la edad de jubilación y el período de cotización para conseguir una pensión digna. Pero todo esto irá cambiando en la medida que la ciudadanía se hace más consciente de lo que quiere. No desea que se la gobierne, sino autogobernarse. No desea que se la represente, sino autorepresentarse.

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