sábado, 24 de agosto de 2013

Andalucía frente a los recortes de la Junta en el empleo público

El llamado “pacto progresista” (PSOE+IU) queda desmentido por unos recortes que, más allá de la palabrería, colocan al gobierno de la Junta en una incómoda posición de servilismo a los dictados políticos neoliberales.

Andalucía frente a los recortes de la Junta en el empleo público


Andalucía ha perdido, sólo en el último año, un total de 16.343 empleados en su Administración, sin contar a las empresas públicas. Se trata de un recorte del 6,4% del total del personal contratado.

El gobierno de la Junta de Andalucía se encuentra hoy a la cabeza de los recortes de empleo público. Sólo la Comunidad Autónoma de Murcia, cuya población total es muy inferior a la de Andalucía, ha despedido a más empleados públicos en términos porcentuales.

Los más de 16.000 empelados públicos que la Junta despidió en 2012, el 88% de ellos trabajaba en los sectores de educación y sanidad. Es decir, que no sólo se ha recortado en los servicios públicos: se ha recortado en aquellos servicios que más directamente afectan a la ciudadanía, y que tradicionalmente han sido considerados estratégicos para compensar las desigualdades y garantizar la cohesión social. 

Los recortes de la Junta de Andalucía implican la pérdida del empleo para miles de andaluces. Pero además implican, para todos, un serio deterioro de los servicios públicos.

No se puede reivindicar un discurso de izquierdas y recortar tanto como el que más.

En una situación de emergencia social, un gobierno de izquierdas no puede debilitar los servicios públicos. Y mucho menos, concentrar los recortes en los sectores de educación y sanidad.

Consideramos que estos recortes son ineficaces y son injustos:

Son ineficaces porque son incoherentes con las causas de esta crisis. Frente a la estafa financiera, la única salida pasa por imponer controles al capital financiero, por un sistema impositivo realmente redistributivo y, en definitiva, por obligar a devolver el dinero a aquéllos que se lo llevaron. Resulta obvio que despedir a empleados públicos no contribuirá a alcanzar estos objetivos. Por el contrario, al recortar en el empleo público se asume el discurso neoliberal. La Junta de Andalucía se manifiesta formalmente contraria a este discurso, pero los datos presentados demuestran que lo asume en la práctica y lo ejecuta sin concesiones.

Pero además de ineficaces, estos recortes son además una medida profundamente injusta. Frente a una crisis que amenaza con destruir la cohesión social de Andalucía y que agudiza severamente las desigualdades sociales, la única opción de la izquierda es el refuerzo de los servicios públicos y el apoyo a quienes trabajan en ellos. Las cifras alcanzadas por estos recortes demuestran que no es ésa la posición del actual gobierno de la Junta.

En este sentido, lamentamos que el discurso de resistencia a los recortes practicado por la Junta no se corresponda con su práctica. Consideramos especialmente preocupante esta incoherencia, por cuanto desarma de argumentos a la izquierda y contribuye a reforzar el cansancio y el escepticismo de la ciudadanía.

Las mareas verdes, las mareas blancas y otros movimientos populares ofrecen ejemplos de resistencia activa a los recortes, vengan de donde vengan. El objetivo, a medio plazo, debe ser articular estas formas de resistencia ciudadana en un proyecto fuerte de rechazo coherente a los recortes. Mientras tanto, consideramos imprescindible seguir denunciando las políticas de recortes y a aquéllos que, con unas palabras u otras, las ejecutan.


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